Apendicectomía

El otro día quedé con un cliente al que le estamos rematando una web completa.

Digo «estamos» porque yo solo me encargo de la estrategia y del copy. Para el resto de cosas, que son unas cuantas cuando entregas una web con email marketing, cuento con un equipo.

Ahora. No puedo evitar ponerme el sombrero de ingeniero y echar un cable en aspectos que, sin ser estrictamente de copy, ayudan a la estrategia. Especialmente cuando se salen del guion y soy yo el único del equipo que sabe resolverlos.

Esa reunión era para una de esas cosas. Porque, básicamente, el cliente quería cobrar por adelantado sus consultas.

¿Y qué me parece? Te respondo con esto:  👏  👏  👏

Si quieres espantar a los pacientes mutueros, cobrar por adelantado es una de las mejores formas de hacerlo. Y además te evitas que la agenda tenga más agujeros que un coladero. Porque si ya has pagado, apareces. Y si no apareces, pues pasa como cuando no llegas a tiempo al teatro: te quedas sin ver la función.

Bueno.

Pues ahí estaba yo, guiando a este cirujano para conectar la herramienta de citas con la pasarela de pago. En 20 minutos, siguiendo mis indicaciones a través de videoconferencia, lo tenía todo listo. Y le digo:

«¿Has visto qué fácil?»

Entonces, mi cliente, que no tiene pelos en la lengua (y es una de las cosas que más me gustan porque el copy que he hecho para él, tampoco), me responde:

«¡Nos ha jodido! Si sabes lo que haces, todo es fácil. Vente un día al quirófano y te enseño lo fácil que es operar el apéndice. Coges el bisturí y yo te guío paso a paso. Verás que quitar el apéndice es lo más fácil del mundo.»

Dicho y hecho. Así que quiero presentarte mi nuevo servicio de operación de apéndice a domicilio…

¡Que no, que no! ¡Quita, quita! Si yo me mareo solo con ver ese primer corte del bisturí sobre la piel en las series de médicos. Es algo para lo que no estoy hecho.

Imagínate. Tú, tumbado en la camilla. Yo leyendo una lista to-do para asegurarme de que no me dejo ningún paso. Mirando la lista. Luego el bisturí. Luego tu barriga afeitada:

«Vale. Creo que lo tengo todo claro» y me acerco con una mano temblorosa a tu piel.

Mira. No lo veo. Yo no sé qué opinas tú, pero a mí me gusta que me opere alguien que sepa lo que hace. Que sepa qué hacer si todo va bien. Y, sobre todo, que sepa reaccionar si las cosas no salen como esperabas.

Con el copy pasa lo mismo. Está muy bien aprender. De hecho, mis mejores clientes son los que hacen sus pinitos y escriben textos bastante decentes. Se han formado o tienen facilidad para comunicar por escrito a sus clientes.

Pero, igual que no se operarían ellos mismos de apendicitis, tienen claro que hay textos que es mejor que te los haga un profesional.

Sobre todo si son claves para atraer clientes y facturar. Una carta de ventas. Una secuencia de mails de bienvenida. Una secuencia de seguimiento tras un webinar…

Ahí sí que puedo ayudarte:

>> Servicio de Copywriting

Porque, al final, lo mío es cuestión de crear imágenes en la mente con las palabras.
Por ejemplo, la de verte tumbado en el quirófano y yo delante de ti, hecho un flan, con un bisturí en la mano.

Bueno. No voy a crear ESA imagen en la mente de tus clientes. Crearé la que necesitan ver para que te compren. Esa. Exactamente.

Que pases un gran día.

Javi «apendicectomía»  Vicente

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