Pues resulta que estamos a 60 días de acabar el año.
El tiempo pasa volando. Y noviembre es, para mí, el mes en que empiezo a hacer balance y planificar qué haré durante el próximo año.
Con 10 meses a la espalda, no hace falta esperar a enero para darte cuenta de qué has hecho bien y qué cosas necesitan mejora.
A saber qué servicios son los más rentables. Qué productos son los que más te ayudan a fidelizar. Cuáles te permiten conseguir una venta adicional.
Si no haces ese análisis, pues vas un poco a salto de mata.
Por ejemplo, en un servicio que pensaba que iba a ser muy rentable, me he dado cuenta de que necesito casi el doble de tiempo para entregarlo. Así que tengo que ajustar. O bien subir el precio o bien reducir lo que entrego. Pero si no me hubiera tomado la molestia de registrar el tiempo que me lleva cada tarea de mi negocio y evaluar la rentabilidad de cada servicio… pues iría a ciegas.
En noviembre decido qué cosas voy a dejar de vender y cuáles voy a potenciar. Qué nuevos productos crearé durante el próximo año y cómo y cuándo los promocionaré.
También te digo que no se trata únicamente de mirar la pela. También miro lo que disfruto haciendo. Porque para estar amargado con mi trabajo, pues me busco un jefe que me lo dé todo hecho y no me complico tanto la vida.
Por ejemplo, las consultorías son algo que he lanzado este año y que disfruto mucho haciendo.
Es el camino intermedio entre quién se escribe sus propios textos y quién quiere contratarme para delegarlo por completo.
Ahora. No solo veo aspectos de copy. Las consultorías nacieron con la idea de que reescribamos codo a codo tus páginas de venta o secuencias de correos. Pero ha habido clientes que querían que les ayudara a definir una línea nueva de producto: Cómo definir la oferta, para qué público, cómo dar con él.
Es algo que he hecho varias veces este año y he descubierto que lo disfruto mucho. Y no es porque meta caña y te ponga a prueba (especialmente a la hora de definir los precios, que la mayoría tienden a tirar por lo bajo). Sino porque me resulta muy estimulante ponerme en la piel de otro negocio y plantearme qué haría yo para multiplicar las ventas.
Lo que me lleva al cierre de este mail:
Si estás buscando claridad en tu estrategia o en la forma en que tus textos dibujan la imagen adecuada en la mente de tus lectores para que te compren, quizá te interese mi servicio de consulting:
Lo ofrezco en sesiones sueltas o en packs. Y los alumnos de mi formación mensual tienen precio especial. Porque hay que tratar bien a los buenos clientes.
Que pases un gran día.
Javi «consulting» Vicente
PD: Para claridad en tus textos y negocio, enlace.
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