La gente quiere resultados. Y los quiere ya.
Comer sano y ejercicio no. Lipo y bisturí.
Esto ocurre especialmente en personas cuyos padres nunca les negaron un capricho.
Entonces llegan a adultos, alguien les promete no sé qué resultado de la noche a la mañana…
… y creen, realmente creen, que eso funciona y les va a pasar a ellos.
… y creen, realmente creen, que eso funciona y les va a pasar a ellos.
Y cuando no ocurre, se frustran y viven en un estado de constante ansiedad por no tener lo que ellos consideran que se merecen legítimamente.
«Porque yo lo valgo».
Yo lo llamo el yolovalguismo.
Y quien lo padece está condenado a una vida de frustración, ansiedad crónica y sufrimiento porque el único lugar donde ha leído la palabra perseverancia es en el Apalabrados.
Atento:
No hay nadie, absolutamente nadie, que haya tenido éxito en algo sin perseverar. Nadie.
Porque yo lo valgo, no. Porque yo me lo curro, sí.
Si conoces a alguien con éxito que no haya tenido que repetir, insistir y perseverar para conseguirlo, me encantará saber cuál es la excepción de la regla. Tal vez soy muy torpe y no lo he sabido ver.
Dicho lo cual:
Tengo una formación de email marketing. Es para que aprendas a escribir emails de venta. Y los mandes a tu lista. Y te abran, te lean y te compren. Mucho.
No es para yolovalguistas. Hay que perseverar.
Si no estás dispuesto a hacer lo único que está bajo tu entero control para tener éxito, es mejor que no cliques el enlace de abajo. Porque no lo vales:
Perseverantemente,
Javi Vicente
--------------------Abajo, un botón para ir a otro correo al azar.
¿Qué te deparará el destino?