Cómo ponerse tó tocho y tó pibón aunque abuses de sustancias

Compartí piso 3 años con un chico que fumaba porros.

El clásico chaval que decide estudiar agrónomos con la esperanza de aprender todo lo que necesita saber para tener su propia plantación.

Un día vuelvo de la facultad y me lo encuentro en el comedor recostado en el sofá, con la mirada perdida en la pantalla de la tele, un porro en la comisura de la boca y abriendo y cerrando la mano.

«¿Qué estás haciendo?»

«Ejercicio.»

Y me muestra un cacharro de esos que parece un abrenueces y sirve para fortalecer el agarre de la mano.

«Me estoy poniendo tó tocho y tó pibón.»

Levanto una ceja a lo Carlos Sobera. Se explica:

«Un colega me lo ha dejado para probarlo. Dice que con hacer esto 10 minutos al día con cada mano, me voy a poner como un toro.»

Bueno. Eso me lo dijo al año de compartir piso. Dos años después, seguía igual de tocho y pibón que aquel día.

Quizá desistió al poco tiempo y dejó el cacharro olvidado en un cajón.
Tal vez comprobó que no obtenía los resultados rápidos que buscaba.
O a lo peor acabó con agujetas en las manos y no podía ni llevarse el porro a la boca.

A ver. Esto pasa mucho. Lo de las agujetas en las manos, no. Lo de abandonar a la mínima de cambio.

Y entonces, si tu problema persiste, buscas otra solución. Y la pruebas. Y desistes porque no le das el tiempo que necesita para ver los resultados. O porque era una solución que nunca funcionaba. Eso también pasa mucho.

Y al final, algunos van por la vida, cuál urraca atraída por objetos brillantes y promesas de genio de lámpara, buscando la enésima solución definitiva que resuelva su problema.

Bueno. Yo tengo un método. No es para ponerte tó tocho y pibón. Es para que vendas mejor en tu lista de correos.

Pero no es sexy. Ni tiene brillantina como el cuerno de un unicornio.

Hay que usar la cabeza. Entender a tu audiencia (pero bien) y luego dedicar unos 20 o 30 minutos de tu tiempo cada vez que quieras mandar un correo que vende a tu lista. Sin aburrir. Sin sonar como un anuncio de Media Mark.

Pero el correo no te lo escribo yo. Ni se escribe solo. Lo tienes que escribir tú. Yo te doy las pautas, las temáticas, los asuntos, el soporte directo conmigo por correo y la metodología para que puedas escribir y mandar correos que venden con la frecuencia que prefieras. Pero el curro corre de tu parte.

Eso sí. Es simple como abrir y cerrar la mano.

Esto es importante. Porque suele haber más éxito en repetir y dominar una tarea sencilla que en dedicarte a buscar una idea loca que te traiga resultados de la noche a la mañana.

Para los que entienden esta filosofía de vida, aquí desvelo el método que aplico conmigo y mis clientes para poner el dinero de tu lista de correos en tu cartera:

>> Método Escribir con Solvencia

Si buscas que tu negocio se pongo tó tocho en ventas, lee el enlace con atención.

Que pases un gran día.

Javi «tó tocho y tó pibón» Vicente

PD: De la lista a tu bolsillo. Enlace.

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