Coraje

Hace falta coraje.

Mucho más que el necesario para pedirle una cita a alguien que te gusta. Más que para decir te amo por primera vez a esa persona que sabes que es la que la adecuada. Más incluso que para desprenderte del terco orgullo y pedir perdón cuando la cagas.

Para tener la entereza y dignidad de pedir ayuda a un perfecto desconocido en la puerta del súper; para encajar los oídos sordos, las miradas que esquivan tus ojos, la indiferencia de la gente que pasa con prisa delante de ti como si no existieras…
… hace falta verdadero coraje.

Como el que demostró tener la chica que me detuvo en seco con solo 9 palabras:
«Si me puedes ayudar con la cena de hoy…»

Ya estoy dentro del súper, y esas palabras me hacen volver sobre mis pasos:
«Dime, ¿cómo puedo ayudarte?»
«Unos fideos. Y algo de verdura para hacer un hervido calentito para esta noche. Para mí y mi hija de 5 años.»

Y con esas instrucciones, concretas, específicas, al grano, esa joven dibuja en mi mente la visión necesaria para conmover a un total desconocido.

No me cuenta sus problemas. No me habla de sus penurias. No hay tiempo para eso. Eso es irrelevante. A ese desconocido su sufrimiento le importa poco. Así que pone el foco en la solución. En lo que puede cambiar su situación. Aunque sea por un día.

Bien. Esto es algo que muchos copywriters tienen problemas para entender.

Dedican párrafos y párrafos a describir el dolor, el problema, a ampliarlo, a expandirlo, a recrearse en él casi con sadismo, pretendiendo meterse en la cabeza del lector.

La mayor parte de las veces, es innecesario extenderse. Es tiempo perdido. Porque quien lo está pasando mal, quien es consciente de su problema, lo vive a cada segundo y no necesita tanta recreación.

No quiere eso. Quiere saber que entiendes por lo que está pasando, claro. Pero sobre todo quiere que le cuentes cómo puedes ayudarle.

Quiere la VISIÓN de lo que tú puedes hacer con ese problema. Y de cómo serán las cosas cuando su problema sea un feo recuerdo.

Puede que tus ventas se vean afectadas porque tu mensaje se centra en el aspecto equivocado. Tal vez tus textos dibujan una visión perfecta del problema de tu lector, pero flaquean a la hora de presentarte como la elección idónea para ponerles solución. Entonces, tal vez te interese contar con alguien que sabe detectar y corregir esos detalles sutiles. Detalles que pueden ser la diferencia entre cenar calentito durante mucho tiempo o preguntarte por qué la gente ya no te compra:

> Te ayudo a crear la visión que hace que tus lectores te compren

A veces hace falta coraje para pedir ayuda a un desconocido. A veces eso es lo que nos salva de un destino peor.

Que pases un gran día.

Javi «coraje» Vicente

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