Demasiado Ruido

Hablemos del miedo.

Miedo a estrellarse. A no llegar donde queríamos. A quedar por el camino.

Miedo a perder. Miedo a ofender. Miedo a florecer.

Miedo a lo que pasará, a hundirnos en el lodo. Miedo a lo que viene. A las orejas del lobo.

Miedo brabucón, miedo insidioso, miedo traicionero y matón.

Miedo de olvidar lo aprendido. Miedo a dar el salto. Miedo de saltar sin red y caer en el asfalto.

Miedo que rezuma, apestoso. Miedo que te hace blanco fácil de las bestias ciegas que sólo cuentan con su olfato para encontrarte.

Miedo al bueno por conocer. Miedo a abandonar al tonto conocido. Miedo a volver a escoger. Miedo a dejar tu último cartucho consumido.

Miedo a lo que viene. Miedo a lo que podría ser. Miedo a lo que fuimos y dejamos atrás para no volver.

Miedo a gritar y ofender.
A callar y ofender.
A no hacer nada y ofender.

Miedo a resultar indiferente. A ser intrascendente.

A ser transparente para todo el mundo,
A serlo para los que forman tu mundo.

Miedo a los dedos que señalan. A la crítica que no resbala.

Miedo al miedo en sí. Miedo a no salir de ahí. Miedo por salir.

Miedo absurdo, miedo a bailar, miedo que te obliga a imaginar que no hay nadie mirando.

Miedo a caminar descalzo. Miedo a mojarse en la lluvia. A nadar desnudo. Miedo a sentirte vivo.

Miedo a las serpientes, a los sapos y a las arañas. Miedo a ser vulnerable y que te coman las entrañas.

Miedo a sufrir, a dejar de sentir, miedo a morir.

Miedo impúdico. Miedo a hablar en público.

Miedo que se enrosca en tu cerebro, que se hace fuerte y dueño de tu decisiones.

Miedo a fallar. Miedo a cagarla. Miedo a equivocarse sin remedio.

A estar en el camino equivocado. A estar haciendo el tonto. A estar errado.

Miedo a no ser capaz. Miedo a no progresar. Miedo a mirar atrás.

Miedo estúpido, ignorante, tan irracional que casi lo puedes tocar.

Miedo a exponerte, miedo a mostrar miedo, miedo al qué dirán.

Miedo al abismo, miedo a ahogarte. Miedo a caer y no poder levantarte.

Miedo a cerrar la persiana y no volverla abrir. A que no haya un mañana. A los lunes al sol.

Miedo a inspirar. Miedo a citar. A parafrasear al maestro Sabina y no ser original:

Miedo empedernido, miedo a viejas fotos, miedo a años perdidos.

Demasiado miedo.

Para los que entienden que el peligro puede ser real, pero el miedo (siempre) es una mera elección; para los que saben ver las recompensas que aguardan al osado, para los que no quieren quedarse de brazos cruzados, para ellos y nadie más, tengo esto:

> Escribir con Solvencia

Javi «sin miedo se vive mejor» Vicente

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