Vamos a ver.
Para implantar un cambio o un hábito en una persona hacen falta tres cosas.
Motivación. Habilidad. Y una cosa más.
Así que si quieres, pongamos, correr media hora todas las mañanas para perder peso y ponerte en forma…
– Tienes que querer hacerlo (motivación)
– Tienes que poder hacerlo (habilidad)
– Y tiene que haber algo en tu camino que te impulse a hacerlo.
Si falla una de las tres, el cambio no se produce. El hábito no cuaja. Y se vuelve a las andadas y al comportamiento anterior.
Así que, si te preocupa tu peso (motivación alta), pero detestas correr (habilidad baja), pues va a ser un milagro que consigas crear el hábito.
Está claro que para que la fórmula funcione, la motivación y la habilidad tienen que ser más grandes que la frustración. Pero falta un tercer elemento.
Un elemento que lo cambia todo. El que realmente impulsa el cambio.
Es algo que, siempre que haya una motivación alta y se lo pongas fácil a tu lector, te ayudará a vender más:
En el enlace te hablo de cómo ese elemento me libró de una adicción muy chunga. Fue casi una terapia de choque. Y puede funcionar igual de bien con tu público para hacer que te compren más.
Que pases un gran día,
Javi «elemento secreto» Vicente,
PD: link.
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