El Oráculo de Bacon

Hubo una época, no muy lejana, donde el actor Kevin Bacon era casi omnipresente.

Espera, que la lección de marketing viene después del chascarrillo. Atento porque tiene miga:

Kevin Bacon ha sido tan prolífico, que unos chavales crearon una web llamada El Oráculo de Bacon (oracleofbacon .org) desde donde consultar el Número de Bacon:

¿Qué es eso? Pues la distancia social que separa a cualquier actor, director o productor que se te ocurra de Kevin Bacon.

Por ejemplo: ¿Qué número de Bacon tiene Rosalía?

Un número de Bacon 3:
– Rosalía salió en Dolor y Gloria con Penélope Cruz
– Penélope Cruz salió en Asesinato en el Orient Express con Simon Kinberg
– y Simon Kinberg salió en X-Men: First Class con Kevin Bacon.

Te puedes pasar horas consultando nombres y no encontrarás a nadie con un número de Bacon superior a 5.

Entonces, si mañana Kevin Bacon quiere resurgir de sus cenizas y petarlo entre los millennials como vieja gloria del cine…
… y se le ocurre que estaría genial aparecer en un vídeo de Rosalía  …
… solo tiene que abrir su agenda, buscar al contacto adecuado, hacer un par de llamadas y, ¡voilà! La Rosalía le hace un hueco en el próximo videoclip pero fijo.

Ese es el poder de estar bien conectado.

Bien. Ahora viene el trozo donde enlazo el chascarrillo con la lección de marketing. Atento:

¿Cómo ser el Kevin Bacon de tu sector? Pues me imagino que puedes hacer un millón de amigos en LinkedIn o Instagram.

La pega es que eso no hará que te conozcan más. Ni que necesariamente piensen en ti cada vez que tienen el problema que tú resuelves.

Hay una forma más interesante:
Estar en la mente de tu audiencia. Que asocien como dos cosas indivisibles el problema que tienen con tu marca y solución. Que te vean y digan: «mira, esta es la que forma a wedding planners» o «este es el que hace seguros a famosos» o «este es el copy del email marketing». Que tu solución se quede tatuada a la mente de tu audiencia y que se acuerden de ti cada vez que piensen en su problema.

Formas de conseguir esto habrá muchas, imagino. La que yo sé es esta:

> Cómo tatuar la mente de tu audiencia para que piensen en ti cada vez que recuerden que tienen un problema que tú sabes resolver

¿Es la mejor manera? Eso no lo sé. Habrá quién prefiera ser el rey de Twitter o tener un millón de suscriptores en YouTube. Lo mío solo sirve para que la gente que te sigue de verdad, la que te deja su email, tenga claro como el agua por qué comprarte a ti.

Que pases un gran día.

Javi «tengo un número Bacon de 4» Vicente

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