Saber dónde eres bueno es maravilloso.
Saberlo y dedicarte a potenciar eso en lo que eres bueno.
Porque dedicarte a mejorar tus debilidades lo único que consigue es que seas un excelente mediocre…
… A base de dedicar un tiempo precioso trabajando tus puntos débiles para conseguir ser medianamente competente en un área donde jamás brillarás…
… en lugar de dedicar ese tiempo a mejorar lo que se te da bien de forma natural y donde es más fácil que brilles porque es donde hoy sobresales.
Y más sabiendo que siempre hay alguien al que se le da de maravilla algo en lo que tú eres un desastre. O no te gusta. O no te llena. O no te hace sentir a gusto.
El amigo Álvaro Sánchez habla del umbral de delegar. De dejar que haga otro todo eso que no se te da bien. Y, a ser posible, que te lo haga alguien a quien se le dé de maravilla.
El umbral de delegar va de saber lo justo de eso que delegas para que contratar no te salga rana.
Saber reconocer un buen trabajo. Saber qué exigir y qué puedes esperar de un buen profesional. Y contratar al mejor posible que tengas a tu alcance.
Va de rodearte de personas que son mejores que tú allí donde eres mediocre o rematadamente malo.
Por ejemplo:
Hay cientos de personas que brillan en lo suyo pero son fatales vendiendo.
¿Significa eso que tienen que formarse para dejar de ser malos vendedores y pasar a convertirse, con sangre, sudor y lágrimas, en vendedores mediocres?
Habrá quien piense que sí. Yo no lo creo.
La venta es importante. Claro que sí. Sin ventas no hay negocio.
Pero es (mucho) más importante conocerte bien y saber si te compensa más hacerlo tú porque lo disfrutas y se te da bien… o es algo que prefieres que haga otro que lo disfrute y se le dé bien.
Esa es la razón por la que doy servicios.
Si te gusta vender y quieres pasar de ser bueno a ser superior, estate atento a mis formaciones. Te vendrán bien.
Ahora, si vender es algo que te apaga, te echa para atrás y prefieres que haga otro (y bien hecho), aquí te explico cómo podemos trabajar juntos:
¿Dedicar tu tiempo a sufrir o a disfrutar?
¿A la mediocridad o a la excelencia?
Yo lo tengo claro. ¿Y tú?
Pasa un día excelente,
Javi Vicente.
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