Me gustaría conocer al señor que se le ocurrió poner sensores de movimiento en los baños.
Porque fijo que fue un tío.
Tú estás ahí, a lo tuyo, concentrado en tocar y respirar lo menos posible, y se va la luz. Y tienes un miniataque de pánico. Y no sabes si seguir a ciegas y que sea lo que dios quiera o rezar para que entre otra persona y se haga la luz de nuevo.
Eso si no optas por agitar el brazo como si estuvieras en un concierto de Maná.
A mí me pasó incluso en un baño de minusválidos. Ir a cambiar a Matías, quedarnos a oscuras con el pañal sucio en la mano y ponernos su madre y yo a mover los brazos como si estuviéramos en una Rave. Y el niño flipándolo.
A mí me pasó incluso en un baño de minusválidos. Ir a cambiar a Matías, quedarnos a oscuras con el pañal sucio en la mano y ponernos su madre y yo a mover los brazos como si estuviéramos en una Rave. Y el niño flipándolo.
¿Y qué pasa?
Pues que muchos negocios usan el email marketing para comunicar como si lo del sensor de movimiento fuera una gran idea:
Mandan un mail. Apagón. Pasan los días.
Mandan otro mail. Otro apagón. No se vayan a molestar.
Que lo más probable es que quien te deje su mail lo haga porque tiene interés en conocerte. En saber de qué vas. Y qué haces. Y por qué eres diferente.
Está ahí, meneando el brazo desesperadamente para saber más de ti y tú le apagas la luz por si le molesta.
Bueno.
Mis clientes acaban entendiendo esto. Al principio van asustados. Temen abrumar, ofender, cansar, ser rechazados. Luego descubren que, cuando dejas que cada cual haga sus cosas sin interrumpirlos apagándoles la luz cada veinte segundos, las personas se deciden antes.
Mucho antes.
Algunos deciden irse. Y eso está bien.
Otros muchos, bastantes más de los que pensaban, deciden comprar. Y eso está mucho mejor.
Para los que están pensando en contratarme para hacer que sus suscriptores decidan sin dejarlos a oscuras en plena faena, tengo este servicio:
Ininterrumpidamente,
Javi Vicente.
--------------------Abajo, un botón para ir a otro correo al azar.
¿Qué te deparará el destino?