Evitar la cadena perpetua y conseguir resultados a lo Andy Dufresne

¿Se puede mandar el mismo mensaje todos los días y conseguir lo que quieres?

El mismo. Idéntico. Sin cambiar ni una coma. Igualito. Todos. Los. Días. Hasta que te respondan lo que quieres oír.

Pues puede salirte bien, sí. Al menos, si lo mandas a la administración, como hizo mi hermana con una ayuda que le corresponde a su hija por su autismo.

Ya sabes, la típica concesión de la ayuda seguida de un laaaaargo silencio administrativo. Y que se puede alargar hasta pocos días antes de las próximas elecciones. A veces más.

Bueno. Pues Mónica, la maestra de primaria que podría haber sido copywriter, decidió enviar un correo a la entidad que tramitaba la ayuda. El mismo. Cada día. Hasta que obtuviera respuesta.

¿Resultado? Tras 40 o 50 envíos la llamaron por teléfono, le dijeron que ya estaba todo tramitado, que las ayudas llegarían el primero de mes, retrasos incluidos, y que por favor no enviara más correos.

«¿Te acuerdas de cómo el prota de la peli Cadena Perpetua consigue que pongan una biblioteca en su cárcel a base de escribir la misma carta cada día durante años?», me confesó Mónica, «Pues le copié la idea. Si le salió bien a Andy Dufresne, ¿por qué no a mí?»

B-R-U-T-A-L.
Obviamente, esto funciona solo con la administración o con la atención al cliente de empresas que hacen oídos sordos.

Me refiero a lo de enviar lo mismo todos los días.

Ahora. Mandar siempre lo mismo a tu audiencia… pues tal vez no.

Vamos, que igual me equivoco y hay personas que están deseando recibir el próximo correo de Orange con su siguiente promoción de gigas y fibra. O alguien que se viene arriba cuando recibe un folleto del Lidl con todas las ofertas de la semana.

Pero es improbable que esos individuos estén entre tu audiencia. Así que mejor ser variado en tus envíos. Enviar a diario, si estás listo (tienes que estar listo tú; tu audiencia ya lo está), pero con variedad.

Vale. Muy bien, pero:

¿Qué contar para no aburrir?
¿Qué contar para que te abran un día sí y otro también?
¿Qué contar para conseguir que incluso una parte de tu audiencia salive de anticipación ante la llegada, puntual, de tu próximo mail?
¿Qué contar para que, si por lo que sea y un día te retrasas, tu público te escriba preguntando si les has dado de baja o si eres tú el que está de baja?

Bueno. Eso lo cuento en mi formación de email marketing. Concretamente, en el módulo 4. Ahí te presento 10 ángulos que puedes emplear desde hoy para añadir una variedad a tus correos que consigue lectores ávidos. Hay más ángulos, claro. Pero con estos, vas a tener para decenas y decenas de ideas de correos que tu público estará deseando leerse.

Y lo mejor es que, además, siempre hay un puñado de gente que, tras leerlos, decide comprarte. Y cuantos más envías, más te compran.

Bueno. Pues para que te abran, te lean y te compren, aquí tu fiel escudero:

> El curso de email marketing «Abrir, Leer, Comprar»

Que pases un gran día,

Javi «En la variedad está el gusto la venta.» Vicente

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