La razón por la que me hice copywriter

Estos días he desempolvado mi sombrero de ingeniero informático.

Tengo un cliente al que le hice un desarrollo web hace años, cuando me ganaba la vida como programador freelance, y necesita algunos cambios. Ya no hago este tipo de trabajos, salvo para él.

¿Por qué no? Esto es algo que me preguntan mucho por linkedIn. Especialmente los «headhunters».

No entienden por qué no estoy interesado en puestos de programación, tecnología y demás.

Pues la razón es sencilla: la tecnología avanza a un ritmo que me he cansado de seguir. Hablo de lenguajes de programación, frameworks, protocolos, directrices, buenas prácticas… A ver, todo eso es fascinante y me lo he empollado bien más de una vez. Pero se queda obsoleto tan, pero tan rápido, que apenas dominas algo ya empieza a estar desfasado.

Seguramente un abogado siente lo mismo cuando hay muchos cambios de legislación. O un cirujano que ve cómo cada año se perfeccionan técnicas y productos para las intervenciones que hace en quirófano.

¿Y hay algo de malo en ello? Nada en absoluto. Que una disciplina avance es maravilloso. Te obliga a estar al día con ella. Y si realmente te gusta, es incluso una gozada.

Lo que pasa es que la ingeniería informática está demasiado alejada de los humanos. A mí me gusta tratar con otros seres humanos. Las máquinas me aburren. Y hace años descubrí, no sin sentirme culpable, que me había cansado de aquello de lo que me había formado durante 15 años.

Fue duro reconocer que prefiero escribir a humanos a escribir código. Fue duro «darle la espalda» a toda mi formación reglada y casi una década de investigación.

Pero no quería levantarme quemado cada lunes pensando en qué estaba haciendo con los mejores años de mi vida.

Así que fui metiendo la patita en el mundo del copywriting. Y cuando vi que podía hacer más dinero escribiendo a humanos que escribiendo código para una consultora de software, lo vi claro.

Ahora, no quiero llevarte a engaño.

La disciplina del copywriting da para profundizar durante 2 o 3 vidas. Y seguirías aprendiendo cosas tras 200 años estudiando y aplicando. Pero lo que me fascina de ella es que más perdurable. Más estable. Porque aunque la forma de comunicar evolucione, el cerebro de los humanos, que es a dónde deben apuntar tus palabras, hace tiempo que no ha cambiado significativamente. Los mecanismos que nos emocionan, que nos hacen reaccionar, que nos mueven a la acción son los mismos que hace 70.000 años.

Por eso hay páginas de ventas que han funcionado años y años sin que otro copywriter las pueda mejorar. Imbatibles. Generando cientos de miles de ventas año tras año. Sin tocar ni una coma de las palabras.

A un negocio con una de esas páginas puede pasarle como al cliente que me ha contratado. Hay que hacer un cambio aquí y allá a la web porque se ha quedado algo obsoleta. Se puede «modernizar» el aspecto de la página de ventas y darle un aire más actual. Pero las palabras ni se tocan. Porque siguen funcionando como un reloj a la hora de convertir lectores en clientes.

Bueno. Quizá tienes una página de ventas que lleva funcionando a pleno rendimiento desde hace años. Tal vez tu secuencia de mails de seguimiento convierte a más clientes de los que eres capaz de atender. Entonces, es casi mejor que no toques ni una coma y te centres en la entrega. Para todos los demás, tengo esto:

https://javivicente.net/contrata-a-javi-vicente/

Contratar a un copywriter es interesante si quieres que te compren más humanos. Si tus clientes son máquinas o robots, mejor prueba con un ingeniero informático.

Que tengas un gran día.

Javi «más copywriter que ingeniero» Vicente.

PD: detalles en el link

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