Hay personas que son buenas en algo.
Muy buenas. Las mejores.
De esas que cogen la esfera de conocimiento sobre lo suyo y, con lo que aportan, consiguen hacerle un chichón. Agrandarla. Contribuir a su expansión.
Los perfeccionistas son necesarios. Al menos los que no se quedan atrapados persiguiendo una utopía que solo existe en sus cabezas.
Si saben parar a tiempo…
(muy pocos lo consiguen y el cementerio está lleno de perfeccionistas que no lograron nada)
… si saben decir basta y vencer el sentimiento de culpa de sacar algo que no es perfecto…
… sus contribuciones son las que consiguen empujarnos como especie.
Lo que hacen se llama progreso.
Bien.
Luego estamos los demás, que somos mediocres.
No lo digo con desprecio.
Al contrario.
Mira. La mediocridad consciente te puede llevar muy lejos. Mucho.
Un fotógrafo mediocre que sabe que lo es y quiere hacer un buen retrato…
… lo intentará una y otra vez. Hará 100, 500, 1000 retratos…
… y, a base de repetir, obtendrá, por pura estadística, algo mucho mejor que un fotógrafo perfeccionista que busque hacer a la primera el retrato perfecto.
El mediocre avanza. Practicando.
El perfeccionista se estanca. Teorizando.
Bueno.
Yo no sé si eres muy de pensar todo el día en el sexo de los ángeles y en las cientos de formas de vender online que te cuentan ahí fuera.
El caso es que yo tengo una formación. Es para eso. Para vender. A diario.
Es normalita. Simple incluso.
Ahora. Solo funciona si repites.
Buscando mandar el email perfecto a la primera, no.
Mandando emails una y otra vez, repitiendo, practicando y perseverando, sí.
Si tus ventas son mediocres, puede que te interese leer con atención lo que cuento en el enlace:
Si me preguntas, repetir algo que funciona es la forma más simple de alcanzar resultados que igual no son perfectos, pero que, a base de perseverar, estarán lejos de ser mediocres.
Si no me preguntas, también.
Que pases un gran día.
Javi «mediocre perseverante» Vicente
--------------------Abajo, un botón para ir a otro correo al azar.
¿Qué te deparará el destino?