Mi opinión absolutamente sesgada de los contenidos de valor

Contenido de valor. Givers get (los que dan reciben).

Cuando escuché esto por primera vez, me lo creí. Incluso le vi sentido.
Tú entregas, sin venir a cuento ni esperar nada a cambio, tus mejores conocimientos sobre lo que sea que dominas y, de repente, el universo conspira para que te vengan un porrón de clientes.

Sin vender.
Sin decir qué es lo que tienes.
Sin poner un enlace a tu producto.
Así, por buena voluntad.

A ver. Que entiendo el concepto. Y, en algunos casos, tiene sentido. Por ejemplo si te posicionas como aprendiz en tu nicho y tu estrategia es enseñar a otros lo que vas aprendiendo. Eso funciona. Y muy bien. Es una estrategia excelente para que tu público se vaya sofisticando contigo. Y luego, cuando ya dominen lo básico, pues ya les puedes ofrecer algo más avanzado. De pago, claro. Que para eso tienes un negocio. Si es gratis, no tienes un negocio. Tienes un hobby. El más caro de todos: a costa de tu tiempo.

 

Bien. Para que lo veas:
Es como si yo tengo la boca tan llena de aftas que me molesta hasta el más leve roce de la lengua… y voy a la farmacia y, en lugar de darme lo que necesito, me dan 7 consejos altamente efectivos para prevenir la aparición de llagas y aftas por exceso de estrés.

Cojonudo, oye. Muy bien. Pero ¿sabes qué haré luego? Pues que me iré a la otra farmacia, donde sí me dan lo que necesito para no tener el paladar en carne viva. Porque yo ya tenía muy claro que quería una solución. Y estaba dispuesto a pagar por ella.

 

Para mí, esta actitud del «tú aporta, aporta, aporta, que luego recibirás»… nace del miedo. Del que vende. No de su audiencia.

Miedo a vender. Porque tu audiencia está ahí, deseando comprarte. Ellos no tienen miedo. Ninguno.

Yo no sé tú, pero yo solo he sentido miedo a vender cuando sabía que lo que vendía era una basura.

¿Solución? No vendas basura.

Si no vendes basura, como la inmensa mayoría de negocios y emprendedores de esta lista, y aún así sigues pensando que aportar valor infinito te dará más de comer que poner en valor lo que vendes, pues quizá te ayude (mucho) leerte dos o tres veces esto:

> La formación de email marketing «Abrir, Leer, Comprar»

 

Es como una terapia de choque. Te abre los ojos como la pastillita roja de Morfeo. Lo lees, lo aplicas y entonces entiendes lo fácil que es vender. Y lo divertido que resulta. Y el inmenso valor que aporta a la vida de tus clientes. Y a la tuya.

Que pases un gran día,

Javi «aportando valor… con lo que vendo» Vicente

--------------------
Abajo, un botón para ir a otro correo al azar.
¿Qué te deparará el destino?