Hay una cosa que me sigue sorprendiendo cada día…
… cuando leo la sección sobre mí …
… de la inmensa mayoría de webs que visito:
Son una oda al ombligo.
Lo digo por lo importante que es esta sección para hacer que tu cliente ideal te compre.
Si no fuera así, no hablaría del tremendo error de ponerse a hablar únicamente de uno mismo, seas negocio, persona u objeto inanimado.
Ya sabes, la batallita del abuelo, con música épica de fondo en plan:
Lo duros que fueron sus comienzos. Lo visionario de lo que querían hacer. Lo mucho que han conseguido. Lo que les queda por alcanzar. Lo que les regocija la risa de un niño o el canto del ruiseñor.
Sales de ahí llorando del éxtasis…
Bueno, eso si pasas del primer párrafo. Porque no puedes con ese tostón.
Verás.
En una sección sobre mí lo primero que tienes que hacer es hablar del otro.
De ti no. Del que te lee.
O mejor dicho, del que quieres que te lea.
¿Ni idea de cómo hacerlo?
Pues hay una forma de encontrar esas palabras que hablan de ti sin ignorar la única pregunta que le importa a las personas que quieres que te compren:
¿Qué tienes tú para mí?
Bueno.
Pues yo ahora, en lugar de contarte mi obra y milagros, te digo lo que tengo para ti hoy:
>>> SOBRE TI: Redacta una página sobre mí que consigue clientes (en lugar de bostezos)
Si tu sección «sobre mí» huele a «En el comienzo solo había oscuridad», puede ser un punto de fuga de buenos clientes.
O quizá no. Quizá acuden a esa página atraídos como feligreses a la misa de las ocho.
Quién sabe. Puede ser que no tenga ni idea de lo que hablo. Para corroborarlo, hay que leer con atención lo que cuento en la página de ventas a dónde apunta el enlace.
Que pases un gran día,
Javi «primero el ego del otro, luego tu ego» Vicente
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¿Qué te deparará el destino?