Hay webs que parecen escritas por astrólogos.
Los que detectan galaxias lejanas no. Esos son astrónomos. Hablo de los que te dicen cómo eres mirando solo tu fecha de nacimiento.
Lo digo porque confundo ambas palabras. Tengo que pensarlas antes de decirlas. Me pasa también con barreño y rebaño. Menos mal que no soy pastor.
Por ejemplo, hay webs profesionales que dicen cosas así:
«En XXX tenemos pasión por el detalle y la experiencia de usuario. Somos inconformistas y rebeldes con lo que sabemos que se puede mejorar. Nos encantan ayudar a proyectos para que alcancen sus objetivos. Luchamos por tu éxito. Nuestro éxito es el tuyo. 327 años de experiencia».
No me la he inventado. Está sacada de una web real. Solo he cambiado el número de años de experiencia. Son menos. Por si te resulta relevante.
Bueno. ¿Sabes tú a qué se dedica este negocio? Por lo que a mí respecta, podría ser una consultora, un despacho de arquitectura, una agencia de diseño, un bufete de abogados, un proveedor, una agencia de recursos humanos …
A ver. No digo que estas palabras mientan. Probablemente quien las haya escrito las sienta como ciertas. Pero son tan genéricas que están vacías. Prácticamente cualquier negocio se las puede adjudicar. Incluso describen bien a Tauro, Géminis o Acuario, que, según los más reputados astrónomos astrólogos, son obstinados y cabezotas y amigos de sus amigos.
Bien.
Eugene Schwartz, uno de los mejores copywriters de la historia, decía que las palabras que escoges en tu página de ventas son como el escaparate de una tienda: tienen que hacer que se vea tu producto a través de ellas.
Si escoges palabras pobres y genéricas, tu escaparate está sucio. Y la gente se fija en los manchurrones o ven su propio reflejo en lugar de ver lo que van buscando.
Ese es el poder de las palabras. Escoge palabras genéricas, vagas y débiles como la descripción de arriba y tu web o tu página de ventas parecerá uno de esos escaparates embadurnados de pasta blanca que las inmobiliarias ponen cuando un local está en alquiler: imposible ver en su interior.
Ahora. Puedes mejorar los textos de tu página de ventas. Por ti mismo. Es una de las mejores formas de conocer tu negocio (y tu producto) a fondo. Requiere tiempo y dedicación. Investigación y paciencia. Pero es un tiempo bien invertido. Lo mismo con esa secuencia de emails que mandas a tus suscriptores para promocionar tu producto.
Si lo haces realmente bien, notarás la diferencia. Si andas atrapado de tiempo o, simplemente, no tienes la capacidad de aprender en profundidad cómo redactar una página de ventas (porque no es que las escribas a diario, claro), es probable que queden manchas en el escaparate de tu palabras. Cosas que un experto puede arreglar en poco tiempo. Incluso cambiar de arriba a abajo si es la solución más adecuada.
Para los que ven el tremendo potencial de que tus lectores VEAN en su mente cómo tú puedes ayudarles y los beneficios (grandísimos) de que muchas más personas te compren, tengo este servicio:
https://javivicente.net/contrata-a-javi-vicente/
Es para los que buscan transmitir con claridad un mensaje para conseguir más ventas. Ni más ni menos.
Que tengas un gran día.
Javi «escaparates relucientes» Vicente.
PD: detalles en el link
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