No conozco a ningún niño de siete años que esté deseando cepillarse los dientes.
Tener una higiene dental rigurosa no es algo muy motivador para un niño, la verdad.
Así que, si quieres que lo haga, tienes que recurrir a cepillos con dinosaurios y princesas, pasta de dientes de sabores y la promesa de un cuento antes de dormir.
Llámalo chantaje. Llámalo recompensa. Es un aliciente por hacer algo que no te gusta.
También puedes usar castigos, claro. Como meterles el miedo de futuras caries y bocas desdentadas o impedirles comer dulces.
Luego, con la pubertad, ya puedes meter presión social: «Qué pensará Menganito si te ve con comida entre los dientes» «Nadie te besará si te huele mal el aliento».
Esto es casi necesario porque la motivación es baja. Así que los padres de todo el mundo (al menos los que quieren que sus hijos se laven los dientes) eliminarán todas las barreras que puedan. ¿Cómo? Colocando el cepillo a la vista en el baño y tolerando que, aunque no tenga mucha maña al principio, el niño se lave los dientes él solito. Sacrificar técnica por repetición.
¡Muy importante!: la repetición. Para instaurar una rutina, nada como enlazarla con otra que ya esté asentada. Por ejemplo, lavarse los dientes siempre después de comer y siempre antes de dormir.
Darle una motivación. Facilitarle al máximo que pueda hacer la actividad. Repetir.
Esta es la fórmula para crear rutinas.
Ojo, que también sirve para convertirte tú en parte de la rutina de tu audiencia.
Dales un motivo para que te lean cada día (y te compren). Hazlo a la misma hora. Repite.
Por eso tus correos tienen que entretener un día y otro. Si no, la gente se cansará y se largará sin comprar.
De ahí que sea tan clave dibujar en tus páginas de venta la imagen adecuada para subir la motivación y ponérselo extremadamente fácil para que te compren. Y conseguir este comportamiento todos los días en tu lista.
Fíjate. Quizá es incluso más simple (y rápido) que conseguir que un niño se cepille a diario. Al fin y al cabo, se supone que todos venimos motivados de casita, somos mayorcitos y sabemos lo que queremos con nuestro negocio.
Si lo que quieres es mejorar tus mensajes para que vender a diario se convierta en una rutina en tu negocio, tal vez te interesen mis consultorías para rehacer juntos tus textos:
No hay premios ni cuentos antes de dormir si me contratas. Si tienes una motivación baja, no es para ti.
Que pases un gran día.
Javi «creando rutinas rentables» Vicente
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